jueves, 19 de agosto de 2010

Una aguja en un pajar, es más fácil de encontrar...


4 de agosto de 2010, San Carles de la Rápita (Tarragona), en el famoso delta del Ebro.

Es tiempo de vacaciones, todos los años somos muchos los que pasamos unos días en la playa. Este año volvió a tocar el Mediterraneo, donde las buenas temperaturas suelen estar garantizadas.
A continuación os narro una pequeña anécdota que me ocurrió mientras me bañaba en la playa con mis hijos:


"Cuando me estaba bañando en la playa, y buscando conchas por el fondo, noté entre mis dedos lo que parecía un trozo de nylon. Lo agarré, y para mi sorpresa el nylon empezó a dar tironcitos. Yo tiré, y acerqué a mi mano una pequeña dorada, de no más de 20 cm de longitud. Tenía un anzuelo clavado y un trozo de hilo de 1 metro aproximadamente.
Mucho más fácil de encontrar es una aguja en un pajar...
Con ayuda de la llave de mi coche, que hizo de improvisado desanzuelador, conseguí sacar el anzuelo, que estaba clavado bastante dentro, sin apenas daño. La dorada volvió a nadar libre sin ataduras.
Es más que curioso que este pez encontrase al pescador que sabría quitarle el anzuelo con cuidado en la inmensidad del mar y en una playa con bastante gente...
Tal vez vuelva a encontrarme alguna vez con esta dorada o sus descendientes. Nada me sorprende ya en el mar.
“Misterios del mar. Misterios de la pesca".

Luis A. Trujillo.

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