domingo, 3 de abril de 2011

El primer bolo también deja huella...




Texto y Fotos: Luis Trujillo(c)

Los inicios de temporada suelen ser complicados... Al nivel alto de las aguas, se suelen unir otras excusas de lo más variopinto para justificar malas jornadas de pesca, a pesar de que los pescadores parecen saber cada día más sobre los ríos y los peces. Así, se pueden escuchar frases como:


no picaban porque hizo mucho sol...”,

no picaban porque llovió mucho...”

han picado justo cuando nos estábamos comiendo el bocata...”,

no picaron porque la noche anterior hubo luna llena, y ya se sabe, las truchas comen por la noche...”

No picaron porque otro pescador pasó por el río antes que nosotros...”


Ante tantas y tantas formas de justificar el temido “bolo” entre los pescadores, que no es más que otra forma de decir que no hemos rascado bola junto al río, hay también otra rístra de afirmaciones para dar la espalda al mal hacer junto al río, o hallar la fórmula magistral que justifica nuestra negación a echar mano a un pez. De esta manera conocemos frases más o menos célebres como las siguientes:

niebla en la montaña, pescador a la cabaña

Tú lo que no tienes es ni puñetera idea de pescar” (Felipe Sotillos)

Hay días que son para darse a la bebida” (Luis Quesada en su libro “ se están cebando”)

El jueves pasado en Zapardiél no fue tan duro...


Después de lo expuesto, y tras analizar todas las excusas anteriores, y otras que no sé escribir, os cuento que hoy mi compañero de pesca Miguel Ángel, y un servidor, hemos legado al coto de Hoyos del Espino en nuestro querido Tormes, y lo hemos encontrado cerrado por vacaciones, y tras unos cientos de lances por aquí y por allá, hemos recogido nuestro primer “bolo” de la temporada y nos hemos recuperado de la intensa lluvia en la chimenea del refugio. Imagen del Tormes en el coto de Hoyos del Espino tomada hoy.


Volveremos, pero eso será otra historia... Luis Trujillo.

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