miércoles, 9 de marzo de 2011

Escuela de Pesca de la Comunidad de Madrid

DE PESCA POR MADRID...
Texto: Luis Trujillo
Fotografías: Felipe Sotillos y Luis Trujillo.
El pasado día 5 de marzo nos hemos acercado a la Comunidad de Madrid para realizar un nuevo curso con nuestros socios infantiles y juveniles.
La ola de frío y nieve reinante en el centro peninsular durante el fin de semana, hizo que pensásemos en suspender la salida, aunque las ganas de salir y pescar de algunos hizo que esa opción no fuese posible, y al final nos decidiésemos a viajar.

Algunos de los chicos apuntados no acudieron, ya que las previsiones no eran muy optimistas, y otros se quedaron con las ganas de acudir a la cita por lo mismo. El día anterior estuvo prácticamente todo el día nevando en Ávila, y parecía que en la sierra de Madrid era peor...
Aun así, unos pocos valientes (o locos), nos vimos las caras a la hora acordada, y pusimos rumbo a Santa María de la Alameda...
Llegamos al bar de la estación, y allí Román nos dijo que le parecía increíble que hubiésemos ido.

En contra de las opiniones, nos acercamos a la nueva Escuela de Pesca de La Comunidad de Madrid, situada junto al río Aceña, entre las localidades de Robledondo y Santa María de la Alameda. Allí tuvimos serías dificultades para aparcar los coches a causa de los más de ¡¡veinte centímetros de nieve¡¡

La escuela de Pesca está aún sin terminar, pero no queríamos perdernos la oportunidad de conocerla, algo que pudimos hacer de la mano de nuestro socio de Honor, José Luis Gallego, Encargado de la Gestión Piscícola de la Comunidad de Madrid y en la práctica el “padre” de este nuevo centro, en el que ha puesto todo su trabajo e ilusión.

La Escuela, está prácticamente terminada, y a falta de algún trámite administrativo, que confiamos muy pronto se solucione...

En su interior, conocimos a los que serán sus monitores, Marta, Beatriz y Daniel, tres jóvenes con ganas de hacer cosas y que demuestran otra de las grandezas de este proyecto:¡¡ la creación de tres puestos de trabajo¡¡. Ahí es nada...

Así mismo pudimos ver que se trata de una magnífica instalación, en la que se han cuidado mucho los detalles, y está pensada para la formación del pescador, en especial de los más jóvenes.
Aquí se pueden observar reproducciones en resina de las diferentes especies de peces de la comunidad de Madrid, y también anfibios, hechos con una fidelidad realmente increíble.
También hay paneles informativos y material de pesca para formación de los visitantes.
Los niños asistentes hicieron prácticas de identificación de especies piscícolas y de anfibios, además de conocer la instalación en sí.
También los chicos participantes hicieron sus pinitos con el montaje de moscas, demostrando alguno de ellos que en poco tiempo pasarán de alumnos a monitores...

La escuela ocupa un edificio que en su día fue donado por el anterior propietario, un particular, al pueblo de Santa María de la Alameda, y restaurado por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, podrá también ser utilizado por los vecinos del pueblo para juntas vecinales o asambleas, por lo que tendrá una doble función. En definitiva, se puede hablar de un magnífico edificio concebido para ser muy utilizado.
La única rentabilidad de esta instalación es que sea utilizada y de fama al río Aceña y al municipio Santa María de la Alameda, y lo más importante, educación al pescador. Pensamos que es una gran iniciativa promovida por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid con José Luis Gallego a la cabeza de este proyecto.


Tras una interesante comida, a base de empanadas diversas (la que antes se acabó fue la de dátiles con beicon) decidimos ir a pescar, y pudimos comprobar que a pesar de la nieve de las orillas, las truchas entraron bien a stremers, nínfas e incluso en superficie con el famoso tricóptero de nombre “Crispín” de nuestro amigo Felipe. Alguna de estas truchas resultó dar una gran pelea, con algún ejemplar de casi 50 cm...

Una jornada que dejó muy buen sabor de boca a pesar de que estuvo a punto de suspenderse y los augurios no eran precisamente buenos.

8 de marzo de 2011.
Luis A. Trujillo.

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