miércoles, 3 de febrero de 2010

RELATO DE RISAS, BASSES Y LA VACA RADIOACTIVA.

Este pequeño relato sobre una jornada de pesca en el embalse Arrocampo, junto a la central nuclear de Almaraz no pretende avivar la polémica sobre las necesidades energéticas del país, tan de moda últimamente, simplemente pretende acercar a los pescadores u otras personas que lo pudiesen leer sobre la curiosa interacción entre el aprovechamiento de un elemento como es el agua para la refrigeración de los reactores de una central nuclear, y sus efectos sobre la población de peces en el citado embalse.
El hecho de estar pescando en un entorno “radioactivo”, echa para atrás a más de uno. Decir que este tipo de centrales, al menos en España, están acompañadas de unas medidas de seguridad muy importantes, tanto que hace que sean muchos los pescadores que pasan por Almaraz cada fin de semana, y no duden en introducirse en el agua que rodea la central.

30 de enero de 2010, un grupo de amigos decidimos hacer una excursión de pesca al embalse de Almaraz, siendo enero pocos más destinos de pesca podemos buscar, todo ello a pesar de los doscientos y pico km de distancia que separan nuestras respectivas residencias en Ávila, con el embalse.

Quedamos a las ocho en la avenida Juan Pablo II, frente al Tropicana. El primero en llegar es Antonio, es su primer día de pesca de Black bass. Después llegamos Miguel y yo (Truji). Cuando empezamos a mirar el reloj por el retraso, aparecen Lidia, Paco, Jorge y Pedro. Saludos de rigor y marcha. El café con porras en Mombeltrán nos espera. Empieza bien el día…

Después de repuestas las fuerzas que aún no habíamos perdido, seguimos camino hasta Almaraz. Una vez allí, tras sortear varios caminos y baches que no vienen en el mapa por fin llegamos.
Enfundados en nuestros vadeadores, ya sólo doscientos metros nos separan del lugar elegido hoy, al que llegamos por las indicaciones de Pedro y Jorge, los expertos en esta pesca.



















Aquí la pesca se realiza desde dentro del cauce, con el vadeador por el ombligo, más o menos. Después se camina paralelo a la orilla buscando los basses entre las espadañas de la orilla. A veces es complicado entrar o salir del embalse hasta la orilla por la falta de huecos.

Lo más chocante es el extraordinario efecto del agua utilizado en la refrigeración de la cuba del reactor nuclear, que una vez completado el ciclo, sale caliente como para calentar el embalse entero a una temperatura que puede superar los 20º C, mientras la temperatura ambiente puede ser de 7 - 8 grados en invierno, o más baja algunas veces. Esta situación provoca en multitud de ocasiones nieblas en la zona. Si de por sí es extraña la situación de tener el rostro frío, metido en el agua caliente, imagínate además con niebla… Sobre los peces el efecto también es chocante para lo que estamos acostumbrados en el centro de España, y hace que los peces estén activos durante todo el año, y sea posible pescar basses, carpas o barbos incluso en enero…



La población de Basses en Almaraz es abundante, ya que casi todo el mundo practica el captura y suelta, parece que da respeto el pescar junto a una central nuclear.

En fin, empecemos a pescar que la situación, por rara que parezca, lo requiere.
Al llegar a la orilla, buscamos huecos para entrar, que entre zarzas, espadañas y arbustos se hace complicado. Por un lado, Jorge, Lidia y Miguel, por otro Pedro y Paco y un tercer grupo con Antonio y Truji buscamos las picadas que tardan en producirse.
El agua está caliente, pero bastante menos que en otras ocasiones, lo que hace que los basses no estén activos y nuestros lances con Popper se hacen infructuosos.

Al cabo de un buen rato vemos a Pedro y Paco.








Tan sólo Pedro ha sacado un Bass al lanzado
ligero con una lombriz de vinilo, y ha visto alguna picada más.
Nos dicen que los sigamos, ya que se dirigen a una zona “más caliente”…

Sin buscarlo ni sospecharlo, nos vemos sorprendidos por un extraño visitante, nada menos que una vaca cruzando el embalse a nado. ¿No sabrá que estamos en un embalse radioactivo?...¡¡Leche¡¡ …¿?...Pa torear estamos nosotros…

Ahora entiendo cuando el Ilustre J.J. Moralejo habla de pesca y capotazos.
Seguimos con la pesca, que el traje de torero quedó en el coche…








Y así es, al llegar notamos unos grados extra en el agua, Pedro se las sabe todas, je, je, je,…Al llegar Pedro nota una picada pero no lo saca, yo rápidamente cambio el Popper por un streamer, Antonio y Paco siguen con Popper…
Al poco, lo consigo, un pequeño bass de unos 20 cm, instantes después otro, parece que la cosa empieza a gustarnos…








No obstante, el que la temperatura sea aquí más alta, y la obstinación de Paco, hace que al poco consiga un buen bass a Popper, y al poco otro también majo.









Pedro por su parte hace gala del conocimiento del lugar y consigue uno de mejor tamaño con sonrisa de oreja a oreja incluida.






Después de un rato, ya se va acercando la hora de comer, y nos juntamos con Jorge, Lidia y Miguel. Jorge como siempre nos cuenta que ha sido el campeón en cuanto a piezas, seis en una mañana complicada en este embalse, Lidia un par de ellos y Miguel, burro grande ande o no ande, dos piezas pos encima del kilo las dos.





Bota de vino y unas risas antes de comer














Lo que hay que ver, de siete pescadores, cuatro hemos terminado calados. En las instrucciones del vadeador no pone que si te metes por encima del pecho te entra agua, y que en algunos casos si no reparas los pinchazos también entra .

Hora de comer en Saucedilla, no faltan viandas con vino de rioja, cafés y copas o chupitos…

Decidimos volver al embalse por un rato, para
pescar desde orilla.



En el camino de vuelta al embalse, comprobamos que este es un magnífico lugar para las aves, que acuden en masa a este lugar, rico en pescado y con buenas temperaturas.













Esta vez vamos todos juntos, en comparsa, aunque Lidia, Miguel y Paco no montan la caña. Estamos en una zona mucho más despejada, y con menos vegetación de orilla, lo que nos permite hacer muchos lances, todo ello a pesar del fuerte viento de cara que se ha levantado.


Ahora pescamos Jorge, Pedro y Truji a lanzado ligero, y Antonio sigue con streamer a cola de rata. Al llegar a una recula empiezan a salir los primeros bases de la tarde, y todos cogemos alguno. Desde la misma posición consigo sacar tres con un pez artificial naranja, lo que llama la atención de mis colegas de este nuestro vicio, y
hace que el resto del pelotón también saque alguno en lugares cercanos. Pedro saca en este momento uno de buen porte, unos 600 gr.

Entre risas, bromas y algunas fotos para el recuerdo, nos vamos acercando al coche.

Antonio, que se quedó algo rezagado, consigue otros tres basses en el último momento en que parece que se ha parado un poco el viento. Se va contento por haber aprendido algunas claves en su primer día de basses.




Emprendemos viaje, tendiendo frente a nosotros una impresionante luna llena que parece indicarnos el camino de regreso, y que ayuda a dejar correr nuestra imaginación mientras regresamos con música de Maná de fondo.
Volveremos.





Luis Antonio Trujillo. Enero de 2010.

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